No cabe duda que para todo historiador, la lectura de las vivencias de la Madame Calderón de la Barca durante su estancia en México resulta un retrato fiel de la vida de éste país entrado ya el siglo XIX. Yo pienso que los sucesos de la vida, de cierto modo se vuelven cíclicos, lo que vivimos hoy ya lo hemos vivido en repetidas ocasiones.
Ahora comparto una anéctota de bandidos y ladrones, extraído de "La vida en México" de Madame Calderón de la Barca.
"Hablando de ladrones y de robos, tema inagotable en la conversación, me contaba el otro día el Señor..., que en tiempo del Presidente anterior, cierto caballero fue a Palacio a despedirse antes de salir para veracruz. Fue recibido por el Presidente, que se encontraba solo con su ayudante el genral Yánez, y le contó confiadamente que iba a llevar consigo una considerable suma de dinero, pero que estaba tan bien escondida en el doble fondo de un baúl, del cual le hizo una descripción, que aún en el caso de ser atacado por los ladrones era imposible que pudieran descubrirla, y que, en consecuencia, no creía hacerse acompañar de una escolta. Este confiado caballero salió de México al día sigiente con la Diligencia. Apenas había salido de la garita el carruaje, cuando fue asaltado por los ladrones, los que, por extraño que ello parezca, se fueron en derechura del mismo baúl que contenía el dinero, le abrieron, rompieron el fondo, y apoderándose de la suma allí escondida se marcharon con toda tranquilidad. Fue una singular coincidencia de que el capitán de los ladrones, aunque medio encubierto por un disfraz, tuviera un sorprendente parecido con el ayudante del Presidente. Si esto no son coincidencias...".
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